Es criterio médico que el principal síntoma de un aborto potencial es el sangramiento vaginal. Luego se impondría una primera precisión: ¿cualquier tipo de sangramiento en la primera etapa de la gestación conduce inexorablemente a un aborto espontáneo?
La respuesta es no, dice la doctora Isabel Calero de la Osa, especialista de primer grado en Ginecobstetricia. Y aclara: existen sangramientos durante la gestación que sí obedecen al embarazo exclusivamente, pero otros no. Por ello, considero esencial que ante cualquier evento de esta naturaleza la embarazada consulte de inmediato a su médico de asistencia.
La doctora Calero, especialista de primer grado, es jefa de Servicio del Departamento de Ginecobstetricia del Hospital General Docente Iván Portuondo, en San Antonio de los Baños, provincia La Habana.
—¿Y si ocurriera en el segundo y tercer trimestre del embarazo, ¿qué consecuencias acarrearía?
—Puede traer complicaciones tanto para el feto como para la madre, lo que estará en dependencia del número y cuantía del sangramiento. Entre ellas citaría el parto pretérmino, retardo del crecimiento, muerte fetal, anemia en el recién nacido e incluso causar el fallecimiento a un recién nacido. En la madre puede manifestarse anemia, sepsis (infecciones), shock y originar también la muerte.
Cuando suceden en la segunda mitad pueden relacionarse con la placenta previa, el desprendimiento prematuro de la placenta, una rotura uterina, fundamentalmente.