Existen millones de ex fumadores. Lograron dejar de fumar de manera definitiva. De hecho, en el mundo ellos predominan ampliamente sobre los fumadores.
Desde 1964, cuando se publicó el primer informe sobre los peligros del tabaco, hasta nuestros días, ya ha quedado establecido: su consumo es la causa de muerte más común susceptible de prevención.
Razones que convencen
Un tercio de las personas que alguna vez intentan fumar se convierten en fumadores diarios, pero más tarde, arrepentido, cada adicto al tabaco tiene razones convincentes y de peso para dejar de pertenecer a tan funesto grupo, tales como el riesgo de exponer indirectamente a la familia al cigarrillo, dar un mal ejemplo a sus hijos y el costo económico de esa costumbre.
También, ser consciente de tener mal aliento y los dientes manchados, olor desagradable en la ropa, el cabello y la piel, menor capacidad atlética y sexual...
Manifestaciones clínicas como tos y dolor de garganta, latidos del corazón más fuertes y aumento de la presión sanguínea; riesgo de cáncer del pulmón y de muchos otros tipos, de enfermedades cardíacas, problemas de respiración graves...
Tiempo de trabajo y de diversión perdido por dolencias derivadas del hábito de fumar, aparición precoz de arrugas, riesgo de úlceras estomacales, padecimientos de las encías, etcétera.
Preparando el triunfo
Para dejar de fumar debe haber una preparación previa que incluye la comunicación con la familia y amigos, para que ayuden y proporcionen estímulo. Eso hará más fácil abandonar tan dañino hábito.
Consumir pescado horneado o asado por lo menos una vez a la semana pudiera proteger al cerebro de los efectos de la enfermedad de Alzheimer y disminuir el riesgo de deterioro cognitivo leve, fomentando la salud cerebral.
EL PESCADO Y EL CEREBRO
Quienes padecen de...