Cuando le pregunté a la doctora Yamira Puentes Rodríguez, especialista en Psiquiatría y Médica General Integral del Centro Nacional de Educación Sexual, si el concepto de disfunción sexual femenina abarcaba la disminución en el deseo sexual, rechazo por esta actividad, dificultad para excitarse o incapacidad para lograr un orgasmo, precisó la definición.
Hablamos de disfunciones sexuales cuando se alteran una o más fases del ciclo de la respuesta sexual humana: deseo, excitación, orgasmo o resolución, o se produce dolor genital durante el coito. Estas alteraciones son independientes de la preferencia sexual de la persona.
Por la amplitud del tema abordaremos hoy específicamente algunas aristas de la disminución del deseo sexual femenino, a reserva de que en próximas columnas incursionemos sobre otras vertientes de estos trastornos.
Los centros de trabajo casi siempre se vinculan con el estrés, pues el personal en general se siente sometido a una gran presión en relación con la disciplina, el cumplimiento de los planes de trabajo, toma de decisiones, supervisiones, evaluaciones , auditorías, superación,...