A lo largo de la historia, por razones culturales, económicas, religiosas y otras, se ha venido practicado el matrimonio consanguíneo. Para citar un solo ejemplo, los faraones egipcios se tenían que casar obligatoriamente con su hermana.
Aun en nuestra contemporaneidad en algunas culturas se mantiene la práctica de estos matrimonios, sobre todo entre los primos. Los problemas de salud de orden diverso derivados de la consanguinidad han sido exhaustivamente demostrados por la ciencia a partir sobre todo del desarrollo de la Genética Médica.Para el esclarecimiento de no pocas aristas de este tema he invitado a la doctora Iris A. Rojas Betancourt, especialista de segundo grado en Genética Clínica y profesora auxiliar de Genética, quien se desempeña en el Centro Nacional de Genética Médica.
-Una precisión, doctora: ¿a mayor grado de parentesco más riesgos en la pareja?
-Sí, y te menciono un ejemplo: los parientes de primer grado, como los padres e hijos y los hermanos carnales, tienen la mitad de sus genes comunes. Luego a mayor grado de parentesco en la pareja, mayor probabilidad de que alguno de los genes defectuosos que portamos sea trasmitido por ambos padres a los hijos. De acuerdo con estudios poblacionales, se sabe que el riesgo de malformaciones y muertes infantiles entre los parientes de primer grado está aumentado en un 30% con respecto a la población general no consanguínea. Entre primos hermanos este incremento es del 3%.
-¿Qué trastornos específicos se pueden desencadenar en la descendencia por uniones de parejas que presenten consanguinidad?-Niños con malformaciones congénitas, muertes infantiles y enfermedades hereditarias graves que cursan con retraso mental y otras discapacidades. Ellas son debidas a lo que en Genética se denomina trastornos con herencia autosómica recesiva, es decir: cuando la persona afectada ha recibido dos copias de un mismo gen defectuoso, una de cada progenitor.
El sodio es un mineral que el cuerpo necesita para mantener su función normal. Se utiliza para regular la presión arterial y el volumen sanguíneo. También es imprescindible para el funcionamiento de músculos y nervios. Su forma más común es el cloruro de sodio o sal de cocina pero...