Como consecuencia de males del corazón cada día fallecen en nuestro país, de forma súbita, unas 30 personas. Se estima por ello que a partir de la mortalidad por enfermedades cardíacas —primera causa de defunciones en Cuba— aproximadamente el 17% ocurre de forma repentina, lo que coincide con estadísticas de países desarrollados con un rango que oscila entre un 15 y 30%.
La muerte es considerada súbita, nos aclara el internista Luis A. Ochoa Montes, cuando acontece de forma instantánea o durante la primera hora de iniciados los síntomas premonitorios, de acuerdo con criterios científicos mayoritarios.
El doctor Ochoa, que es especialista del Hospital Clínico-Quirúrgico Hermanos Ameijeiras, Profesor Asistente de Medicina y Máster en Ciencias en Investigación en Aterosclerosis, dirige desde hace más de una década un estudio sobre muerte súbita cardiaca en comunidades del municipio capitalino de Arroyo Naranjo.