El doctor Zoilo E. Camejo León, jefe del Servicio de Urgencias del Instituto de Neurología y Neurocirugía del Ministerio de Salud Pública, sustenta que cuando se habla de parálisis facial en general los especialistas se refieren a la pérdida de movimiento de una parte de la cara (hemicara), que incluye la musculatura de la frente, los ojos y la boca, y son regularmente de origen secundario a otras afecciones, y citó entre ellas la diabetes, la intoxicación alcohólica y el mal de Hansen (lepra).
En lo tocante específicamente a la parálisis facial de Bell, la más común, dice que constituye una debilidad o parálisis de los músculos faciales que comienza repentinamente y es de origen incierto o inexplicable, porque sencillamente la ciencia no conoce aún el porqué de su desencadenamiento, aunque se han postulado teorías que involucran en este padecimiento la presencia de algún virus o factores relacionados con el sistema inmunológico.
—Ahora bien, ¿la aparición de esta parálisis se vincula con el estrés u otro estado físico o psicológico?
—No se han podido relacionar como causantes directos de la parálisis de Bell, que ocurre en sujetos sanos, afecta a hombres y mujeres por igual, aunque se ve más frecuentemente en mujeres embarazadas.
—¿Podría graficar cómo se presenta esta dolencia?
—Aparece de forma repentina, como te comenté inicialmente, y en ocasiones la debilidad de los músculos faciales se va produciendo en el lapso de unas pocas horas. Ahora, cuando una parálisis aparece de forma bilateral, es decir, en ambos lados de la cara, entonces este suceso resulta secundario a enfermedades específicas del sistema nervioso central o periférico, como, por ejemplo, al síndrome de Guillain-Barré.
Los siempre recomendados ejercicios físicos, entre sus incontables ventajas, producen cambios en la mente de las personas hacia direcciones más positivas además de fortalecer la psiquis humana.
Por otra parte aumentan la circulación cerebral, mejoran los procesos del pensamiento y...