Es ciencia constituida: el cáncer de laringe —esa estructura móvil que tiene como funciones primordiales la respiración, la producción de la voz y la deglución— es mucho más frecuente en las personas que fuman y beben en exceso, y este riesgo se incrementa cuando se combinan estos malos hábitos.
Pero bien entendido, en el momento actual, ante los avances científico-técnicos, el cáncer no se convierte necesariamente en "larga" ni "penosa" enfermedad. En cualquiera de sus localizaciones es un padecimiento prevenible en algún grado, que puede ser atendido y es curable en un alto porcentaje, fundamentalmente cuando la lesión se diagnostica en sus primeras etapas de desarrollo.
El tabaquismo, precisa ahora el doctor Pedro Javier Contreras Álvarez, se asocia al 95% de los carcinomas de vías aerodigestivas superiores. Existe una correlación entre la intensidad de ese hábito y la incidencia de tumores. El alcoholismo por su parte también está presente en la gran mayoría de los enfermos con padecimientos de tumores de cabeza y cuello.
El doctor Contreras es especialista en Medicina General Integral y en Otorrinolaringología (garganta, nariz y oído) del Hospital Universitario Calixto García, de Ciudad de La Habana, y está próximo a concluir una Maestría en Infectología.
—¿Qué otras causas podrían darle origen?
—Algunas afecciones como la papilomatosis laríngea, las leucoplasias y las laringitis crónicas. Existen asimismo riesgos profesionales en trabajadores vinculados a minerales y metales como asbesto, cromo, amianto y níquel, principalmente.
—¿Es frecuente en nuestro país esta localización tumoral?
—Los tumores malignos, en cualquier localización, ocupan en Cuba la segunda causa de muerte en todas las edades. En el sexo masculino la incidencia del cáncer de laringe se sitúa en cuarto lugar, precedido por los de pulmón, piel y próstata, según el Anuario de Salud 2008.
En los últimos años se viene registrando un incremento de la incidencia en el sexo femenino debido al aumento de los hábitos tóxicos en la mujer (léase fumar y beber en exceso).
—¿A qué edad como promedio suele manifestarse?
—Se ve por encima de los 40 años, con una mayor incidencia entre los 55 y 65 y una edad promedio de 59 años para el hombre y 62 para la mujer.
Existe una tendencia a su presentación en edades más tempranas de la vida.
La sal común o sal de mesa se compone de sodio y de cloro, siendo llamado este compuesto cloruro de sodio.
El organismo humano necesita determinadas cantidades de sodio para su correcto funcionamiento pues ayuda a la fisiología de los músculos y los nervios así como a mantener en...