Pero, ¿qué es la HPP? En lenguaje no especializado diríamos que es un desorden de los pulmones en el que la presión de la sangre de la arteria pulmonar supera los niveles normales. El término primaria asociado a esta enfermedad significa que no existen otras afecciones cardíacas o pulmonares que justifiquen esa presión sanguínea alta.
¿Quisiera añadir alguna precisión a la definición de HPP que adelanto?, pregunté al doctor Manuel Sarduy Paneque, especialista de primer grado en Neumología, jefe del Departamento de Broncoscopía del Hospital Docente Neumológico Benéfico Jurídico de La Habana.
Señalar, dice, que además de la hipertensión pulmonar primaria existe la denominada secundaria, que está relacionada con el consumo de drogas, toxinas, infecciones por el virus causante del SIDA, cardiopatías congénitas, y las vinculadas con afecciones hepáticas y enfermedades pulmonares crónicas, entre otras.
—Al estar alta la presión en la arteria pulmonar, esta hace más fuerza sobre el ventrículo (cavidad) derecho del corazón, por lo que se va agrandando con el decursar.
Poco a poco la cantidad de sangre que aporta el corazón a todo el organismo (gasto cardíaco) se va empobreciendo hasta llegar a afectar el ventrículo izquierdo. Por tanto, deja de funcionar normalmente.
—¿Se conocen las causas que pueden desencadenar este padecimiento?
—No, aunque se plantean mecanismos inflamatorios, inmunológicos, hormonales y genéticos.
—¿Y específicamente en cuanto a los hábitos de vida, el empleo de algún medicamento?
—Es conveniente mantener una dieta pobre en grasas, no beber alcohol en exceso y evitar el consumo de drogas. Asimismo no deben ser utilizados fármacos para la disminución del peso corporal, pues tienen la capacidad probada de originar daños sobre los vasos sanguíneos.