Las denominadas frecuentemente “intoxicaciones alimentarias” son, en esencia, enfermedades transmitidas por alimentos contaminados con agentes patógenos, fundamentalmente productos químicos, bacterias, parásitos y toxinas.
Son millones las personas en el mundo que se enferman anualmente por esta causa, y no pocas fallecen incluso, al ingerir alimentos contaminados por los agentes mencionados.
La doctora María Elena Lengomín Fernández, especialista de segundo grado en Higiene de los Alimentos y Profesora Auxiliar de la Universidad Médica de La Habana, destaca inicialmente, a modo de alerta, lo que califica como los “siete pilares” para la prevención de estas enfermedades.
Y cita textualmente: el lavado frecuente y correcto de las manos; la cocción completa de los alimentos que lo requieran; lavado correcto de los vegetales y hortalizas; limpieza de equipos y utensilios.
También, mantener debidamente tapados los alimentos; conservarlos en la forma y temperatura adecuadas, y, finalmente, evitar que transcurra un tiempo prolongado entre su elaboración y el consumo.
La dieta mediterránea consiste en una alimentación basada en frutas frescas, vegetales y cereales integrales, aceite de oliva, preferentemente el extravirgen, así como pescado y aves de corral.