La profesora Mayda Quiñones Castro, especialista de segundo grado en Angiología y Cirugía Vascular, define la insuficiencia venosa como una afección en la cual las venas presentan dificultades para enviar la sangre desde las piernas al corazón, especialmente cuando nos encontramos en posición de pie.
Las venas de los miembros inferiores son las responsables de que la sangre suba hasta el corazón, para lo cual dispone de un sistema de válvulas que posibilitan que el flujo sanguíneo vaya en dirección ascendente.
Para que la sangre se mueva en contra de la gravedad, la contracción de los músculos de las piernas actúa como una bomba impulsora. Los movimientos respiratorios, los latidos cardiacos y el apoyo correcto del pie al caminar, también ayudan a que el flujo sanguíneo llegue al corazón.
La doctora Quiñones, Máster en Longevidad Satisfactoria e Investigadora Auxiliar, es vicedirectora Docente del Instituto Nacional de Angiología y presidenta de la Sociedad Cubana de esta especialidad.
Hay factores de riesgo no modificables como la edad (adultos mayores) y el sexo: más incidencia en las mujeres porque las hormonas femeninas actúan sobre la pared de la vena, debilitándola; y los que sí podemos modificar: largas estancias de pie, la obesidad, el sedentarismo, el estreñimiento.
—¿Se conoce su frecuencia en nuestro medio?
— Investigaciones demuestran que oscila entre un 40 y un 55% de la población.
Los centros de trabajo casi siempre se vinculan con el estrés, pues el personal en general se siente sometido a una gran presión en relación con la disciplina, el cumplimiento de los planes de trabajo, toma de decisiones, supervisiones, evaluaciones , auditorías, superación,...