Este microorganismo, Helicobacter, toma su nombre en latín de hélice, atendiendo a que el cuerpo de esta bacteria rota sobre sí mismo como si fuera las aspas de un ventilador; y de pylori (píloro) que, como sabemos, es la parte final del estómago que precede al intestino. Fue descrita por primera vez a finales del siglo XIX, aunque desestimada debido a la imposibilidad de lograr su cultivo en aquellos momentos, hasta que en 1983 los investigadores australianos Warren y Marshall redescubrieron la bacteria y lograron su cultivo.
De acuerdo con el autorizado criterio del doctor Miguel González-Carbajal Pascual, especialista de segundo grado en Gastroenterología y jefe del Departamento de Endoscopia del Instituto de esa especialidad, en Ciudad de La Habana, esta bacteria es la más frecuente en el mundo, sólo superada por la causante de las caries dentales.
Mi entrevistado, quien es también Profesor Auxiliar de la Universidad Médica, ha escrito numerosos trabajos sobre el tema. Recientemente publicó el libro Helicobacter pylori, ¿el tercer dogma?
-Doctor, ¿cuál es el reservorio de esta bacteria y las vías de transmisión?
-Su principal reservorio es el hombre y la vía más importante de transmisión parece ser la fecal-oral por contaminación de las aguas de consumo. Le sigue en importancia la oral-oral.
-¿La sola presencia de este microorganismo ocasiona algún síntoma?
-La mayor parte de las personas infectadas carecen de síntomas y padecen una gastritis crónica superficial, a veces con manifestaciones leves, como llenura, digestiones lentas, dolor en el cuadrante superior del abdomen y acidez.
-¿Estas infecciones se comportan igualmente en todas las edades?
-Durante la infancia es infrecuente la aparición de úlceras gástricas o duodenales, pero es precisamente durante la infancia, en el transcurso de los primeros años, cuando la infección se adquiere en mayor proporción.
-¿Conoce la ciencia cómo actúa este microorganismo en su proceso de colonización una vez que nos infectamos?
-Sí. El Helicobacter está dotado de cualidades especiales que le permiten colonizar y sobrevivir en el medio ácido del estómago.
Prácticamente en todos los alimentos naturales encontraremos materias primas importantes en la formación del tejido cerebral, pero determinadas facultades mentales requieren mayor cantidad de ciertos nutrientes para su restauración.
Según algunas investigaciones, aquello alcanzado...