Antirretrovirales
El tratamiento con antirretrovirales es, hasta hoy, el único recurso que existe para pacientes infestados con el VIH. Su uso debe ser continuado a lo largo del tiempo, a pesar de que pueden ocasionar efectos adversos como entumecimiento y hormigueo en las manos, dolor abdominal, dolor de cabeza y decaimiento. El abandono del tratamiento aumenta las posibilidades de infección en estos pacientes que, por sus características inmunológicas, pueden comprometer la vida.
Fuente: Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología
Paracetamol
El paracetamol pertenece al grupo de los analgésicos y antipiréticos; actúa inhibiendo a las prostaglandinas. Existe gran riesgo en la interacción entre el alcohol y el paracetamol. Pues el alcohol inhibe la destrucción del medicamento por el hígado lo que provoca un aumento de la concentración en la sangre del mismo con la consecuente toxicidad sobre las células hepáticas, causante de síntomas y signos diversos como náuseas, vómitos, dolor abdominal, mareos y decaimiento intenso.
Fuente: Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología