Antirretrovirales
El tratamiento con antirretrovirales es, hasta hoy, el único recurso que existe para pacientes infestados con el VIH. Su uso debe ser continuado a lo largo del tiempo, a pesar de que pueden ocasionar efectos adversos como entumecimiento y hormigueo en las manos, dolor abdominal, dolor de cabeza y decaimiento. El abandono del tratamiento aumenta las posibilidades de infección en estos pacientes que, por sus características inmunológicas, pueden comprometer la vida.
Fuente: Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología
Meprobamato
El meprobamato es uno de los psicofármacos que más adicciones produce y con mayor rapidez. Las consecuencias de la adicción a este medicamento pueden ser muy peligrosas para el paciente y para la sociedad. La suspensión brusca de su consumo en un paciente adicto puede ocasionar crisis convulsivas por lo que se recomienda en estos casos una atención especializada y un tratamiento de deshabituación.
Fuente: Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología