Antiácidos
Los antiácidos son sustancias químicas conocidas como bases débiles que actúan sobre los ácidos del estómago transformándolos en sales y agua, con lo cual disminuyen o anulan la acidez estomacal. Se utilizan como tratamiento coadyuvante en las úlceras digestivas, en la hernia hiatal, las dispepsias y otras afecciones digestivas. Uno de los antiácidos más empleados es el Alusil, el que puede interactuar con medicamentos como el fumarato ferroso interfiriendo en su absorción lo que puede ocasionar un fallo terapéutico en aquellas personas que consumen sales de hierro para tratar una anemia.
Fuente: Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología
Calcio
El calcio, uno de los minerales más importantes en el organismo humano, participa en la formación y estructura de los huesos y es necesario para la contracción de los músculos, incluyendo el cardiaco, así como para el funcionamiento del cerebro y los nervios. Los suplementos de calcio sólo son necesarios cuando hay un incremento de la demanda. Esto ocurre en la niñez, en el embarazo y durante la lactancia materna, o cuando se reduce su absorción en el aparato digestivo ya sea en la tercera edad o porque la dieta no es capaz de suministrarlo. Cuando los suplemetos se consumen de forma inadecuada el incremento de calcio en sangre puede provocar trastornos en el funcionamiento de varios órganos y sistemas del cuerpo y se produce pérdida del apetito, decaimiento, dolores abdominales, náuseas, estreñimiento, palpitaciones y nerviosismo.
Fuente: Centro para el Desarrollo de la Farmacoepidemiología