Adolescente mujer
por: José A. de la Osa
Consultado: Doctora Elsa Gutiérrez Baró
Toda una vida dedicada al estudio y atención de niños y adolescentes, la Consulta Médica de esta semana no podría tener una ponente mejor: la profesora titular y consultante de la Universidad Médica de La Habana, Doctora en Ciencias Elsa Gutiérrez Baró, especialista de segundo grado en Psiquiatría Infanto-Juvenil, quien dirige la Clínica del Adolescente, situada en la barriada capitalina de Miramar, desde su fundación en 1975.
En la pubertad, que da inicio a la adolescencia, dice introduciendo el tema la científica cubana, se producen rápidos cambios biológicos y psicológicos: ocurre el conocido estirón puberal, aparecen los caracteres sexuales secundarios, la menarquia (primera menstruación), la capacidad reproductora y hasta el sudor cambia el olor. Esto se debe al aumento de las hormonas circulantes y es lógico que también haya importantes cambios psicológicos que explican muchas de las características de estos años.
—¿Por qué las angustias, Profesora, que pueden convertirse incluso en un verdadero jeroglífico para las adolescentes?
—No siempre hay angustias. La adolescencia es una etapa normal de la vida, no es una enfermedad, ni mucho menos es una desgracia. Muchas adolescentes alcanzan la juventud sin importantes problemas; otras, sin embargo, enfrentan dificultades, incluso problemas serios, pero realmente son una minoría.
—¿A qué edades como promedio comienzan a ocurrir estos cambios y cuánto duran como promedio?
—La pubertad, cuando las niñas tienen una buena nutrición y salud, aparece en edades tempranas. Tenemos muchachas que a los 10-11 años están menstruando, y son niñas que aparentan tener mucha más edad, ¡pero aún son niñas!, y, emocionalmente, son inmaduras.
—¿En el orden estrictamente psicológico, emocional, existen diferencias en las transformaciones que se originan en esta etapa de la vida entre el sexo femenino y el masculino?
—Por supuesto que hay diferencias, y no solo entre los sexos, sino que se evidencian también entre las y los muchachos del mismo sexo, porque los grupos no son homogéneos. No debemos olvidar que la personalidad es irrepetible.
—¿Hay lo que podríamos llamar un denominador común de preocupaciones en las adolescentes? ¿Qué anhelan principalmente?
—Anhelan ser adultas, ser grandes. Es frecuente que las preocupaciones estén relacionadas con la independencia, las relaciones con el sexo opuesto, con su esquema corporal, con el fin de los estudios medios, con el amor, aunque no mucho con el futuro.