Profesora a cargo de la Nutrición en la Embarazada por el Grupo Nacional de Ginecobstetricia del Ministerio de Salud Pública, la doctora Norma Silva Leal indica que los hábitos alimentarios se establecen en las primeras etapas de la vida y comprobadamente ejercen su efecto sobre nuestra salud.
Por tanto, las prácticas de alimentación anormales en la adolescencia afectan la estatura, la salud ósea, pueden provocar altos niveles de colesterol, cáncer, diabetes, hipertensión, obesidad y otras enfermedades.
Antes de iniciar el diálogo relacionado con la alimentación durante el embarazo, mi entrevistada, especialista de segundo grado en Ginecología y Obstetricia, precisa que la desnutrición es un desequilibrio entre las necesidades de energía o nutrientes (proteínas, grasas carbohidratos, vitaminas y minerales) de nuestro organismo y el aporte diario en la dieta.
En la desnutrición existe un balance negativo, pues se ingiere menos de lo que el organismo necesita. En los niños o adolescentes esta condición provoca un peso o talla inferior al recomendado para su edad, mientras que en los adultos produce pérdida de peso y enfermedades por déficit de vitaminas y minerales, que ocasionan pobre rendimiento laboral, intelectual y social.