La acupuntura (del latín acus: aguja, y pungere: punción) es una terapia con más de 2 000 años de antigüedad, originaria de China, que se usa para tratar una gran variedad de enfermedades.
Según el Doctor en Ciencias en Medicina Tradicional Tomás Armando Álvarez Díaz, en la piel existen puntos biológicamente activos, que al ser estimulados provocan la liberación de ciertos neurotransmisores, sustancias bioquímicas que van a actuar en el organismo de múltiples formas.
Estos puntos pueden ser comprobados con equipos eléctricos, pues presentan una baja impedancia al paso de la corriente eléctrica, precisa mi entrevistado, también especialista en Psiquiatría.
—¿Qué son en realidad los puntos de acupuntura?
—Son puntos biológicamente activos que presentan alteraciones eléctricas cuando la persona es portadora de algún trastorno orgánico o fisiológico.
—¿Cuántos son? ¿Están debidamente "mapeados" para lograr el efecto terapéutico requerido en un amplio abanico de enfermedades?
—En estos momentos se registran alrededor de 1 000 puntos biológicamente activos y, por supuesto, están debidamente "mapeados" y con indicaciones muy precisas para su uso por el médico.
—¿Qué efectos curativos se desencadenan en el organismo cuando son estimulados con las finas agujas que se usan?
—Ello estará en dependencia de los puntos que se estimulen de acuerdo con el trastorno de que se trate. Por ejemplo, si se estimula el punto llamado San Yin Jiao, el organismo libera una hormona conocida como oxitoxina que provoca contracciones en el útero, además de liberar endorfinas que atenúan el dolor, lo que puede ser útil para el trabajo de parto.
—¿Podemos afirmar que ese criterio es ciencia constituida, o comporta aún una fuerte carga de empirismo?
—Es ciencia. Y diría que la carga de empirismo que pueda contener está dada por lo que desconocemos aún de la física cuántica, encargada de estudiar el comportamiento de las partículas.