La depresión se presenta en ciertas personas pero no en otras con experiencias iguales o similares y se está investigando para comprender la razón de estas diferencias.

La depresión puede desencadenarse a partir de factores estresantes, cambios hormonales, relaciones difíciles, la pérdida de un ser amado, eventos traumáticos y otros. Es altamente tratable y existe ayuda eficaz para quienes la padecen.

PREVENCIÓN ALIMENTARIA DE LA DEPRESIÓN

Hay varios factores que pudieran explicar la acción preventiva de la depresión a través del consumo de una alimentación saludable.

La dieta mediterránea actúa beneficiosamente sobre el endotelio, revestimiento delicado del interior de los vasos sanguíneos y se relaciona con la producción de las neurotrofina o factores neurotróficos favorecedores de la supervivencia de las neuronas, del crecimiento y diferenciación de las nuevas así como de sus interconexiones.

Las frutas y los vegetales tienen un elevado nivel de antioxidantes que al prevenir o retrasar la oxidación de otras moléculas combaten la degeneración y la muerte de las células, retrasan el proceso de envejecimiento, son aliados activos contra el cáncer y muchas otras enfermedades y también se consideran estimulantes de nuestro sistema inmunológico.

El folato, derivado su nombre de la palabra latín folium u hoja de árbol, podría tener un efecto protector similar y se encuentra en grandes cantidades en vegetales como el brócoli, la col y la espinaca, así como en las legumbres secas como las lentejas y los garbanzos. Se pierde en los alimentos conservados a temperatura ambiente y durante la cocción.

El aceite de oliva potencializa la acción de la serotonina, sintetizada en determinadas neuronas y resulta importante en la inhibición del enfado, la agresividad, la depresión y la ansiedad.

Y los ácidos grasos omega-3, presentes en los pescados, podrían proteger contra le depresión pues constituyen un componente importante de las membranas neuronales.

Una alimentación saludable posiblemente proteja contra la depresión debido al efecto combinado de diversos nutrientes de diferentes comidas de probado beneficio para la salud. En su conjunto podrían conducir a una mejor función cerebral y por ende a una mayor resistencia para enfrentar mejor las frustraciones de la vida cotidiana y los factores estresantes.

Esto no sucede cuando la dieta se basa en productos refinados y procesados desprovistos de los nutrientes esenciales para la preservación de la salud. Protejamos la salud mental utilizando también los alimentos.

Dr. Alberto Quirantes Hernández, Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente "Dr. Salvador Allende"