Autismo (Cont.)
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¿Es un trastorno que tiende a agudizarse con el devenir o se mantiene estable, como en meseta, durante toda la vida? —Los síntomas persisten durante toda la vida. Con la maduración y el accionar terapéutico muchos niños mejoran. Puede haber un aumento de la sintomatología al arribar a la adolescencia.
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¿Puede estar asociado con alguna enfermedad? —Sí, con la epilepsia, el síndrome de Down y con otros desórdenes que cursan con retraso mental, como el síndrome del frágil X y la rubéola congénita.
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¿El diagnóstico es clínico o se requieren otros exámenes para la confirmación del trastorno? ¿Es posible, digamos, confundir esta alteración con alguna otra? —El diagnóstico es eminentemente clínico. Puede ser confundido inicialmente con problemas auditivos, con los cuales puede además concomitar, y otros desórdenes mentales como las psicosis infantiles.
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¿Qué tratamientos se emplean y qué fines se persiguen con ellos? —El tratamiento, multidisciplinario y sistemático, que de manera individualizada brinda el país, se encamina fundamentalmente a lograr el desarrollo de habilidades sociales y del lenguaje para lo cual se utilizan estrategias educativas e intervenciones médicas. El uso de fármacos está indicado para el control de algunos síntomas, como la agresividad o las convulsiones, entre otros.
—¿Tendría alguna sugerencia o criterio que transmitir a los padres con un hijo autista?
—El autismo es un trastorno de larga evolución y resulta muy importante que los padres aprendan a convivir, tratar y educar a un hijo con estas características. La estrecha interrelación con él favorecerá la evolución y el pronóstico del menor. Es recomendable, además, la asesoría genética en caso de desear la concepción de otro hijo.
—¿Sobre qué pistas en torno al autismo trabajan los científicos en la actualidad?
—Se investigan alteraciones en determinadas áreas cerebrales y también en el cerebelo. Pudiésemos poner un símil y comparar al cerebro con una computadora. En esta, al ser construida, los circuitos quedan totalmente integrados; el cerebro humano al nacer no tiene totalmente integrados todos los circuitos que lo conforman, faltan por establecerse conexiones, lo que se logra después del nacimiento, fundamentalmente en los dos primeros años de vida. Hay indicios de que en el cerebro y cerebelo de las personas autistas no se desarrollan estas conexiones, o se establecen fuera del lugar adecuado, lo cual daría como resultado las alteraciones ya descritas. Este parece ser un camino que permitirá encontrar respuesta a muchas de las interrogantes que el autismo plantea aún para la ciencia.
—Si le quedara algún criterio importante por consignar...
—Ante cualquier inquietud o preocupación sobre posibles alteraciones en el desarrollo de los niños, se debe acudir de inmediato a los servicios de salud y consultar con nuestro personal especializado, para la detección precoz y tratamiento oportuno del autismo u otro trastorno del desarrollo.