—¿En el tratamiento de qué afecciones se presenta esa resistencia con mayor rigor?
—En general, en todas las enfermedades infecciosas se puede manifestar la resistencia, pero en los últimos años las grandes epidemias que azotan al mundo como la tuberculosis, que se había controlado con cierta eficiencia, ha resurgido con mucha agresividad y resistencia a los antibióticos clásicos.
—Se habla de que son muchos aún los errores y falsas creencias en torno a la utilización de los antibióticos. ¿Podría señalar algunos prevalecientes en nuestro medio?
—Algunas creencias erróneas se relacionan con la supuesta efectividad de los antibióticos, como una panacea, que sirve para cualquier tipo de infección. En el caso de los catarros comunes, por ejemplo, una de las causas más frecuentes de infecciones respiratorias, muchas personas creen que deben tomar antibióticos. Sin embargo, se sabe que más del 80 % de las infecciones respiratorias altas son virales e inmunes a los antibióticos.
—¿Es posible señalar "culpables" en la multirresistencia creada?
—Hay varios "culpables". El uso indiscriminado e innecesario de antibióticos en el tratamiento de supuestas enfermedades infecciosas en el hombre es uno de ellos, pero también el uso de antibióticos en los animales por la Medicina Veterinaria es otro elemento que se está teniendo en cuenta.
—Se impone la pregunta: ¿Qué hacer ahora?
—A mi juicio, ahora se trata de identificar los microorganismos circulantes en las instituciones de salud y en los territorios, identificar su sensibilidad y resistencias y utilizar los antibióticos racional y científicamente.
—¿Y particularmente cada ciudadano?
—En el caso particular de cada ciudadano aconsejo no tomar ningún antibiótico si no es prescrito por un médico e informar al prescriptor cualquier utilización anterior de este fármaco.
—No obstante lo planteado, ¿valora que en nuestro botiquín casero no debe faltar la "presencia" de un antibiótico?
—Al contrario, considero que no debe haber ningún antibiótico en nuestro "botiquín", porque no se sabe qué antibiótico va a necesitar cuando se enferme y, además, el medicamento se puede "vencer" y ocasionar problemas adicionales.
—Antes de finalizar, un dato histórico: ¿Cuándo comenzó la era de los antibióticos?
—En 1936 con la introducción de la Sulfanilamida en la práctica clínica, pero su auge surge a principios de la segunda guerra mundial con el uso masivo de la Penicilina.
La salud puede verse afectada por gran cantidad de factores, casi todos externos. La gran mayoría se pueden controlar modificando las costumbres cotidianas y enfilando hacia estilos de vida saludables.
Al iniciar las acciones bienhechoras puede modificar el destino a su favor, pues se...