La actividad aeróbica es actividad física. Al realizarla, la musculatura corporal aumenta su trabajo y utiliza más energía que durante el descanso.
Caminar, correr, subir escaleras, nadar o trabajar la jardinería, son ejemplos de actividades aeróbicas. Y todos son movimientos beneficiosos para la salud.
La actividad aeróbica, también llamada de resistencia, moviliza grandes músculos, como los de los brazos y las piernas.
Durante los ejercicios, la respiración y los latidos del corazón se hacen más rápidos.
A la larga, esto fortalecerá a los pulmones y al corazón, y trabajaran con más calidad.
Las clases de ejercicios aeróbicos son un tipo de actividad física bien planificada y estructurada, y producen positivos efectos en diversas partes del cuerpo. Por lo tanto, cuanta más actividad física se realice por esta vía, mayor será el beneficio.
Las actividades aeróbicas pueden ser ligeras, moderadas o intensas, según la forma física de la persona y la manera en que las realice. Practicar unas u otras dependerá de la edad, el grado de entrenamiento previo, el estado de salud, etc. Pero, incluso las actividades ligeras son mejores que la falta de actividad.
Varían desde empujar un carrito de compras por los pasillos de una tienda hasta jugar fútbol, tenis o básquetbol.
En un término medio se encuentran la práctica del baile aeróbico, las labores de jardinería, las caminatas, trotar o correr, montar bicicleta o nadar, y muchas otras.
Se considera a la carne procesada como un cancerígeno tan letal como el tabaco, el asbesto y el humo del diesel.
Después de una revisión exhaustiva de la literatura científica acumulada, un grupo de trabajo compuesto por 22 expertos de 10 países de la Agencia Internacional...