La sal, esa enemiga implacable(Cont.)
Esta disminución puede ayudar de forma significativa a normalizar la presión arterial y a evitar muchas enfermedades, fallecimientos prematuros y otros tipos de sufrimientos, todos perfectamente evitables.
NO SOLO EN LA COMIDA CASERA
Muchas personas de todo el mundo, incluido nuestro país, desean con sinceridad reducir la cantidad de sodio de sus dietas. Eso es difícil de hacer cuando gran parte de este mineral está en los productos cotidianos comprados en las tiendas y consumidos en los restaurantes y cafeterías.
La mayoría del sodio en nuestras comidas procede de alimentos procesados y preparados. Por eso los consumidores se enfrentan al desafío de reducir su consumo por sí mismos.
La población debe comprar solamente productos bajos en cloruro de sodio. A esto podría contribuir un mejor etiquetado de los productos alimentarios y mucha mayor claridad en sus enunciados impresos.
Y en las diarias comidas caseras, además de eliminar la sal añadida, se deben incorporar al menos cinco piezas de frutas y verduras de 80 gramos cada una, reduciendo al mismo tiempo el consumo de grasas, principalmente las saturadas.