La sal, esa enemiga implacable
Resulta necesario aprender a confeccionar platos caseros con alimentos saludables pero sin añadirles nada de sal.
Disminuyendo la sal de las comidas, tanto de las preparadas en casa como de aquellas procedentes de la industria alimentarla, se reduce el riesgo de diversas enfermedades, entre ellas hipertensión arterial, enfermedades del corazón y de accidentes cerebrovasculares.
Estas últimas constituyen las primeras causas de muerte y de enfermedades crónicas en nuestro país y en muchos otros más. Por eso, la sal constituye un riesgo muy serio para nuestra salud y la de nuestros seres más queridos.
Resulta necesario aprender a confeccionar platos caseros con alimentos saludables pero sin añadirles nada de sal, tal como aparecen en las decenas de recetas ofrecidas en el libro cubano Comer, pero sin sal.
CANTIDADES PELIGROSAS
La cantidad promedio de sal consumida por las personas es de aproximadamente 3,400 miligramos al día. Es casi un 50 por ciento más de lo recomendado por los especialistas.
Para reducir o eliminar riesgos, uno de los objetivos es disminuir su ingesta diaria a 2,300 miligramos o aun menos en las comidas de cada ciudadano.