Los secretos del amor duradero
En una prolongada relación de pareja se puede mantener el entusiasmo amoroso de los primeros tiempos si se desencadenan determinadas reacciones bioquímicas del cuerpo humano...
El amor romántico en las relaciones largas es un fenómeno real (Cubahora)
Mantener el éxtasis romántico en una pareja a pesar de los muchos años de duración de esa relación es perfectamente posible de lograr, cuando se sabe como hacerlo.
Imágenes del cerebro obtenidas por resonancia magnética nuclear (RMN) han mostrado activación en determinadas zonas del cerebro en algunas parejas unidas desde hace varias décadas, de forma similar a como se activan en los nuevos amantes.
LA DROGA DEL AMOR
El amor, cuando brota, actúa como una potente droga adictiva pues su efecto es parecido al de algunos analgésicos. Enciende zonas cerebrales reductoras del dolor.
Sin embargo, cuando se rompe y se siente su ausencia, sus efectos carenciales a veces son muy fuertes. En ocasiones capaces de desembocar en graves comportamientos depresivos y obsesivos.
LO PERDURABLE
Ningún organismo es capaz de soportar determinado éxtasis romántico de manera permanente. No obstante, aunque los estados de excitación tiendan a relajarse, perfectamente puede perdurar el deleite del amor romántico.
Hay quienes consideran a la llama del amor como posible de extinguirse al paso de los años debido al cuidado de los hijos o a la acumulación de años de convivencia. Entonces todo se transforma en una profunda amistad entre ambos cónyuges sin participación de los imperativos del enamoramiento o del deseo sexual.
LA MAGIA DELA HORMONA OXITOCINA
Los niveles de oxitocina segregados durante los primeros meses de una relación pudiera ser un indicador de la duración de la relación de pareja.
Cuando fue cuantificada, quienes presentaron los niveles más altos desde el principio, mantuvieron la relación muchos meses después del comienzo. Las demás habían roto la unión dual.
Esta hormona se eleva en el cerebro cuando el amor se vuelve incontenible. Ella es la responsable del cariño entre padres e hijos y del afecto y el cariño entre las parejas. Es conocida por algunos como la “hormona del abrazo”.