El bostezo, ¿es útil y contagioso?(Cont.)
Algunas investigaciones afirman que se bosteza para refrigerar el cerebro. Al bostezar se introduce aire ambiental, de menor temperatura, que de golpe refrigera la sangre que pasa por la cavidad nasal y bucofaríngea enfriando así el cerebro. De esta manera podría decirse que el bostezo es el sistema de refrigeración de nuestro “procesador central” es decir, del cerebro.
Otra investigación considera que el bostezo se origina cuando hay una falta de oxígeno en la sangre. El núcleo paraventricular del hipotálamo detecta esta falta y con el bostezo se introduce una gran cantidad de aire que vuelve a nivelar esos parámetros. Al bostezar se introduce mucha cantidad de oxígeno, con lo cual el cerebro automáticamente se oxigena.
También se argumenta que, si no fuera por el bostezo, no se ejercitarían determinados grupos musculares que permiten efectuar los movimientos de la mandíbula. Y al bostezar se pondrían en forma.
Contagio del bostezo
Así las cosas, si no se ha logrado averiguar para qué sirven los bostezos, se podría pensar que tampoco está claro por qué se produce el efecto contagio.
Sin embargo, ya se sabe el papel que juegan unas células del cerebro que están muy relacionadas con la empatía, las llamadas neuronas espejo. Estas son llamadas así porque cuando se activan mandan una señal hacia nuestro sistema emocional y reproducen la respuesta. Cuando alguien bosteza es habitual que acto seguido las personas que están alrededor se contagien de ese bostezo. Solo con el hecho de ver a una persona bostezar nos dan ganas de también hacerlo; con solo con hablar de la palabra bostezo también tenemos ese impulso e incluso cuando esa palabra es leída.