Las zanahorias y la vista. Dos recetas sin sal de la saludable cocina cubana
La degeneración macular es la afectación de una parte de la retina llamada mácula donde se altera la visión de forma tal que el enfermo es incapaz de distinguir los rasgos faciales de una persona situada frente a él, e incluso puede perder la vista totalmente.
Se presenta generalmente en personas mayores de 50 años, también en fumadores y pueden influir en su desarrollo enfermedades tales como la hipertensión arterial, diabetes, niveles elevados de colesterol, etc.
La zanahoria así como las verduras de hoja verde y las de colores brillantes, como pimientos y naranjas, ayudan a prevenir la degeneración macular.
Los secretos de la zanahoria
En algunos vegetales, como la zanahoria, se encuentran los llamados “pigmentos carotinoides”. Dan un tono rojizo o anaranjado también a los boniatos, los pimientos y las naranjas, o el color verde oscuro a las espinacas, el brócoli y la col rizada.
Se ha demostrado que ellos pueden ayudar a prevenir la afección de la vista ya mencionada, la degeneración macular.
En una investigación sobre más de 100 mil personas realizada por la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston y publicada en la revista JAMA Ophthalmology, se pudo comprobar como aquellos consumidores de alimentos ricos en pigmentos carotinoides como la luteína o la zeaxantina, tuvieron un riesgo un 40 por ciento más bajo de contraer una forma avanzada de degeneración macular en relación a quienes menos los comieron.
En los ojos ¿dónde se encuentran?
Los pigmentos carotinoides se concentran en la mácula donde se cree que la protegen de los daños producidos por el oxígeno y la luz.
Los animales no producen luteína y por eso se deben incluir dentro de los complementos alimentarios con propiedades antioxidantes.
Otros pigmentos carotinoides como la beta-criptoxantina, el alfa-caroteno y el beta-caroteno, también podrían tener un papel protector.
Las personas que consumen la mayor cantidad de estos últimos carotinoides mencionados, hallados también en alimentos como las zanahorias y los boniatos, tienen un riesgo entre un 25 y un 35 por ciento más bajo de contraer la forma avanzada de la enfermedad.