Aunque se guarden en el refrigerador, las verduras y las frutas a veces las puedes encontrar demasiado blandas, con extrañas manchas e, incluso, en mal estado.
Tomando algunas precauciones puedes alargar su vida útil, no desperdiciar tu dinero, ni faltará variedad saludable en tu menú.
Tu refrigerador debe mantener una temperatura estable de entre 3,5 y 5ºC (38 y 41ºF) para que garantices que todos los alimentos que allí guardes estén frescos, pero sin que lleguen a congelarse.
Debes
conocer que no es conveniente colocar juntas a todas las frutas y verduras,
pues algunas aceleran la maduración de las que les quedan cerca.
Esto ocurre con las conocidas cómo variedades “climatéricas”; ellas siguen madurando a pesar de ser arrancadas de la planta. En este proceso emiten gas etileno, acelerador de la maduración. Las no climatéricas solo maduran mientras están en la planta.
Aunque algunas no son habituales en nuestro país, por si viajas es bueno que sepas que las variedades “climatéricas” son fruta bomba, platanitos, mangos, aguacates, tomates, melones, manzanas, peras, melocotones o duraznos, albaricoques, ciruelas, kiwis, higos y arándanos. El kiwi, el aguacate y los platanitos son muy sensibles al gas etileno.
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