El tiempo es una magnitud física con la que medir la duración o separación de acontecimientos sujetos a cambio, estableciendo un pasado, un futuro y un presente. Para colocarlo a nuestro favor, y de paso evitar el estrés, primero debemos precisar los objetivos de nuestra vida.
Una persona puede considerarse muy productiva porque hace muchas cosas, pero si ninguna cumple un propósito importante en el logro de sus metas, ninguna le sirve para nada.
Si existe un número limitado de horas en cada día, una vez cumplidas las acciones cotidianas como sueño, comidas o aseo, se debe decidir cuáles otras son importantes para progresar y ser felices en la vida, pues, sencillamente, no se puede hacer todo lo que se nos antoja de buenas a primera.
En primer lugar, cada cual debe fijar sus finalidades en su existencia. Pueden ser económicas, laborales, intelectuales, sociales, religiosas, políticas, deportivas… o, sencillamente, seguir un plan para mantenerse en forma en cuanto a peso y actividad física.
La conquista de las metas
Para conquistar las metas que nos hayamos propuesto hay que trabajarlas a diario, decidiendo lo más importante y los límites de nuestra capacidad de trabajo y de tiempo.
Cuando se intenta hacer demasiadas cosas, no se hará nada bien, nada se terminará, no se progresará y probablemente acabemos frustrados y estresados.
Debemos establecer un orden de prioridades y hacer primero lo que consideremos más importante, sin dejarlo todo a la memoria.
Por eso es recomendable, cada mañana al levantarnos, apuntar todo lo que pensemos realizar según los retos planteados, definiendo lo más y lo menos importante en la consecución de nuestros objetivos.
También, establecer y anotar un horario para cumplir ordenadamente las cosas durante todo el día, garantizando el tiempo suficiente para hacerlas bien.
Si no hay una planificación previa, se puede perder mucho tiempo dudando si hacer una cosa u otra; nuestra atención puede distraerse y el tiempo escapársenos, quedando todo en las buenas intenciones.
El agua ha sido motivo de enconadas polémicas entre los que opinan, casi siempre obesos, que el agua engorda y los del bando opuesto, que abrazan la tesis contraria. Sin embargo, y siguiendo los caminos de la lógica, hay una tercera posibilidad, por lo menos teórica: ¿el agua contribuye a...
En la construcción de las pirámides de Egipto participó activamente el ajo, pues era consumido por los esclavos que trabajaban en la edificación de tan elevados monumentos, al atribuirle propiedades fortificantes y vigorizantes.
Los gladiadores de antaño se aficionaron a su consumo...
¿Qué es la Periodontitis y cuál es su principal causa?
La periodontitis se define como un trastorno inmunoinflamatorio de etiología microbiana causada princialmente por bacterias gram- y otras bacterias periodontopáticas únicas en la cavidad bucal. Produce destrucción...