Alimentación para hipertensos y el día mundial de la hipertensión arterial(Cont.)
La dieta DASH es rica en minerales como el magnesio y el potasio, asociados a un menor riesgo de sufrir hipertensión. Al mismo tiempo es ricas en grasas saludables, bajas en grasa total, abundante en fibra, pobres en sodio, moderadas en alcohol y muy variadas y flexibles.
La dieta DASH no es una de las llamada “dieta milagro”, no es una moda pasajera con la cual pudiera ponerse en riesgo nuestra salud y adelgazar mágicamente, sino la propuesta de una alimentación sana capaz de posibilitar el control de las cifras de presión arterial sin falta de nutrientes y sin restringir de manera poco flexible nuestra alimentación diaria. Lo ideal es acompañar esta dieta de actividad física y del abandono del tabaco y del alcohol para producir mejores efectos sobre el tratamiento de la hipertensión.
DISEÑO DE LA DIETA DASH
La dieta DASH es realmente efectiva y propone reducir el consumo de sal y para ello, usar en reemplazo hierbas aromáticas, condimentos y especias varias, también poseedoras de micronutrientes y antioxidantes.
Eliminar el consumo de encurtidos, embutidos, fiambres, carnes ahumadas y alimentos enlatados o en conservas, porque añaden sodio en grandes cantidades al poseerlo como conservante y además, algunos pueden tener un alto contenido en grasas saturadas.
Evitar las comidas precocinadas pues de la misma forma, en general en ellas se utiliza sustancias ricas en sodio como conservante o resaltador del sabor.
Se debe incrementar el consumo de pescado, y las carnes rojas, preferentemente de lomo o solomillo, retirarle la grasa visible antes de cocinarla.
Utilizar lácteos desnatados y huevo, preferentemente la clara, como fuente de proteínas de la mejor calidad. Como grasa, incorporar el aceite de oliva, preferentemente virgen extra e incrementar el consumo de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras pues aportan más minerales capaces de ayudar a reducir la presión o evitar su aumento y al mismo tiempo, poseen gran cantidad de vitaminas y fibra.
Esta dieta no indica cantidades, simplemente hace referencia a la calidad de los alimentos que puede controlar la presión arterial, es decir, la dieta debe ser baja en sodio, rica en potasio, magnesio y calcio, rica en grasas buenas y fibra y reducida en grasas saturadas, alcohol y colesterol.