La sal y la diabetes
El consumo alto de sal teóricamente también se asoció con un aumento significativo en el riesgo de diabetes...
Una alimentación muy limitada en su contenido de sal ha sido útil en la prevención y control de diversas y serias enfermedades.
La sal de cocina es cloruro de sodio. Este último es un mineral necesitado por el organismo humano para mantener su función normal.
También se halla en forma natural en la mayoría de los alimentos.
Todos necesitamos ciertas y precisas cantidades de sodio para un buen funcionamiento del organismo humano. Colabora con la fisiología de los músculos y los nervios así como a mantener en adecuado equilibrio los líquidos corporales. También regula la presión arterial y el volumen sanguíneo.
Entre las propiedades del sodio se encuentra la de atraer agua. Una comida cargada en sodio aumenta el volumen sanguíneo debido al agua acumulada en la sangre. Al paso del tiempo esto puede aumentar la presión arterial.
El 75 por ciento de la sal se consume de forma “invisible”. Durante el proceso industrial se le añade a galletas, pan, alimentos preparados o en conserva. No es necesario el sabor salado para contener, cantidades importantes de sal, determinado producto. El sodio está presente en buenas proporciones en barritas de chocolate y otros dulces como pasteles, caramelos y bebidas refrescantes así como en yogures comerciales.
También existe en sacarina de sodio, glutamato monosódico, nitrito de sodio y polvo para hornear a base de bicarbonato de sodio y benzoato de sodio, así como en condimentos y aliños como la salsa de soya y los cuadritos de caldo concentrado.