CONTRA LA OBESIDAD Y PARA GANAR EN SALUD CONSUMA ENCURTIDOS
Los encurtidos son fundamentalmente vegetales sometidos a diversas modificaciones y tienen en común su aderezo con vinagre. Pueden ser sometidos a una fermentación ácido-láctica o no.
Cuando no se les añade sal se conoce como encurtidos no fermentados. Si se le añade, se provoca una fermentación láctica espontánea de los hidratos de carbono del vegetal, y son llamados encurtidos fermentados.
También pueden elaborarse numerosos tipos de encurtidos mediante adiciones de azúcares, especias, esencias y aromas, pero siempre mediante la inmersión en vinagre, siendo esta la característica fundamental del encurtido, pues permite su conservación en un medio ácido con un pH menor de 4,6, suficiente para matar la mayor parte de las bacterias.
Independientemente de que se fermenten o no pueden pasteurizarse para optimizar su conservación.
ENCURTIDOS CON AÑADIDOS
Se le pueden añadir condimentos fragantes para intentar neutralizar la acidez del vinagre. Las especias permiten también a las verduras encurtidas conservar un agradable olor aún más fuerte que el del vinagre utilizado para su conservación.
El proceso de encurtido se emplea habitualmente para preparar verduras, tanto cocinadas como crudas, tales como pepinillos, cebollas, zanahorias, nabos, jengibre, col y ajíes.
Los encurtidos se sirven fríos, como aperitivo o como acompañantes, y entre ellos se hallan también los de frutas, como mango o melón, así como de huevo o pescado.
Los encurtidos son muy bajos en calorías, pues solo tienen 17 por cada 100 gramos de producto. La excepción son las aceitunas pues poseen 140 calorías en 100 gramos de ellas, aunque son grasas totalmente saludables por ser monoinsaturadas, similares a las del aceite de oliva. No obstante, quien desee cuidar su peso debe consumirlas con moderación, no más de cinco aceitunas por ración.
Si se consumen con picante, ayudará a quemar más calorías por su efecto termogénico, o sea, debido a la elevación de la temperatura corporal.