Valoración de las carnes rojas y procesadas en la dieta del diabético
Se considera carne roja la proveniente de los músculos de los mamíferos, incluyendo carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo, conejo o cabra.
La carne procesada es aquella transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos con el fin de mejorar su sabor o su conservación.
La mayoría de las carnes procesadas se basan en carne de cerdo o carne de res, pero también pueden contener otras carnes rojas así como de aves, menudos o subproductos cárnicos tales como la sangre. Si es posible deben ser eliminadas del todo en la alimentación de los pacientes diabéticos.
Se consideran carnes procesadas no solo las preparaciones y salsas a base de carne y las enlatadas, sino también la carne seca, el jamón, las salchichas y los perros calientes.
EL CONSUMO LIMITADO DE CARNES ROJAS
Algunas agencias de salud ya recomiendan limitar la ingesta de carne roja o procesada, con el objetivo de reducir el riesgo de otras enfermedades; se centran, principalmente, en la reducción de la ingesta de grasa saturada y sodio, importantes factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares y la obesidad.
Pero ya existen estudios donde se relaciona el consumo de carne roja y carne procesada con un mayor riesgo de diabetes y de cáncer, en particular del cáncer colorrectal.
RIESGO DE DIABETES
Aumentar el consumo de carne roja, con el tiempo se asocia a un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y constituye un factor importante en la aparición de una diabetes gestacional.