Las salsas saludables
Las salsas pueden ofrecer colores diversos capaces de modificar la apariencia de una receta culinaria...
En gastronomía se denomina salsa a una mezcla líquida o semilíquida de ingredientes, fríos o calientes; son preparadas con el objetivo de acompañar a un plato. Las salsas no solo influyen en las percepciones del gusto y el olfato. También pueden ofrecer colores diversos capaces de modificar la apariencia de una receta culinaria, provocando diversas sensaciones de manera simultánea.
Se denomina «saucier», salsero, a los cocineros especializados en las tareas de elaboración de las diferentes salsas empleadas en variadas recetas. La palabra salsa tal vez provenga de “seasoning” en inglés, traducido como sazón, condimento, aliño. Los primeros datos de la existencia de salsas se remontan a los romanos.
Utilizando la imaginación se pueden elaborar infinidad de salsas sabrosas con el fin de realzar el sabor de las comidas y al mismo tiempo, adecuadas nutricionalmente. Antes de confeccionar una salsa, lo más importante es la elección de los ingredientes, pues cuanto más naturales mejor. Siempre deben ser confeccionadas en la casa, no comerciales. Estas últimas pueden contener excesivas cantidades de calorías, de azúcar, de sal y de productos no adecuados para mantener una buena salud y un buen peso.
AL CONFECCIONAR LA SALSA
Se debe controlar la cantidad del aceite incluido por muy saludable que éste sea, teniendo presente siempre la cantidad de las calorías contenidas en ellos. Aunque el beneficioso aceite de oliva es la base de la dieta mediterránea por sus numerosas bondades, su exceso en las salsas puede aumentar su carga calórica por encima de lo conveniente.